El cuento no es real. Desmiente el mito un hombre erudito, Carlos Cervantes, que lleva casi cuarenta años en la fábrica de cerveza Damm, la más antigua de España. No en vano, el hombre nació a sus pies y predestinado. Su padre, Miguel Cervantes - "anda que no he escuchado cosas a cuenta del nombre", bromea...-, vivía en la acera de enfrente y fue una de los jefes de fábrica más severos y justos que se recuerdan. Escucharle es emprender un maravilloso viaje desde las orillas del Tigris y el Éufrates, la cuna de la humanidad, donde dicen que los sumerios elaboraban y consumían una bebida alcohólica preparada solo por las manos sabias de la sacerdotisa, hasta el cerebro vanguardista y adelantado de Ferran Adrià, autor de la gran dama de la casa, la Estrella Damm Inedit, una cerveza gastronómica que ha saltado a los manteles de hilo, a las altas mesas.
Pero dejémosle hablar a Cervantes de la historia del cabrón. "La realidad es que su nombre deriva de la ciudad donde se fabricó originariamente: Einbeck, al sur de Alemania. Alguna vez fue la ciudad productora de cerveza más famosa de toda Europa y los sureños del país la pronuncian como Einbock." Al parecer, por no condenar a la gloria eterna al municipio, en el resto de Alemania comenzaron a llamarla Bock.
Esta y otras historias pertenecen al fabuloso libro de cuentos del experto, que ha pasado estos días por la Escuela de Hostelería de Artxanda para formar a los sumilleres en aprendizaje, tanto en los orígenes de la cerveza como en sus distintos tipos y los originales maridajes que permiten el increíble juego de sabores de hoy en día. Carlos habla y se hace el día. Sus palabras evocan a una aventura. Oigámosle.
"En el término municipal de Begues, en el Baix Llobregat, a unos 25 kilómetros al suroeste de Barcelona, se halló una cueva en cuyo interior se dató presencia humana ya en el neolítico. Puede decirse que aquella fue la primera fábrica de cerveza de la historia: no en vano, en el yacimiento de Can Sadurní, los arqueólogos localizaron una especie de silos de cebada, molinos y un recipiente cerámico de gran tamaño (50 litros) con restos de cerveza. No se conoce otro antecedente más antiguo en toda Europa".
El hombre Damm habló con pasión de un producto que recuerda a los seres mitológicos: mitad una fiera, mitad otra. "Durante años los egipcios la consumieron como alimento en lugar de bebida. No por nada, la cerveza es pan: cereales, agua y levadura. Sólo cambian las proporciones. En el pan poca agua y mucho cereal y en la cerveza, a la inversa".
TALLER/CATA DE CERVEZAS DAMM, A CARGO DE CARLOS CERVANTES
El pasado jueves 30 de mayo, tuvo lugar, en la Escuela Superior de Hostelería Artxanda-Bilbao, una charla y posterior cata a cargo de Cervezas Damm. La persona encargada de dirigir la cata fue Carlos Cervantes, un hombre erudito y que lleva casi 40 años en la fábrica de cerveza Damm, la más antigua de España.

Para hablar del origen de la cerveza contó una historia a los asistentes, que pertenece junto a otras muchas, al fabuloso libro de cuentos de este experto, que ha pasado estos días por la ESHA para formar a los sumilleres en aprendizaje, tanto en los orígenes de la cerveza como en sus distintos tipos y los posibles maridajes que permiten el increíble juego de sabores de hoy en día.
Escuchar a Carlos Cervantes es viajar a la cuna de la humanidad, donde dicen que los sumerios elaboraban y consumían una bebida alcohólica preparada solo por las manos sabias de la sacerdotisa, y llegar hasta la creación de la Estrella Damm Inedit, una cerveza gastronómica que ha saltado a los manteles de hilo y a las altas mesas.